Los 5 errores que cometen los argentinos a la hora de invertir

Algunas personas tienen experiencia en inversiones y, sin embargo, cometen errores. Otros eligen opciones que requieren dedicación y luego pierden dinero. Claves a tener en cuenta antes de definir un negocio.

En algunos casos, realizar una inversión requiere de cierta experiencia pericia y conocimientos. Muchas veces, por inexperiencia, ansiedad o un mal consejo, elegimos poner nuestros ahorros en el lugar equivocado y terminamos perdiendo plata. Esto, lamentablemente, es más común de lo que pensábamos, sobre todo en nuestro país.

Dejarse llevar por las emociones: el primer error

Uno de los pasos en falso más común que realiza el inversor argentino es el de dejarse llevar por las emociones. “Un amigo me recomendó”, “escuché en tal lugar”, “pensé que iba a ganar plata fácil y me mandé”. Seguramente escuchamos más de una vez estas frases.

Este es un error de principiante, y muy humano. El mercado está en constante evolución y hay que conocer a fondo las razones de sus movimientos para no dejarnos llevar por el pánico o la euforia.

Lo aconsejable es actuar siempre con la cabeza fría, analizar las posibilidades y las herramientas. El mercado puede bajar y subir en segundos por las emociones de miles de inversores, algo que debemos tener muy en cuenta.

Invertir en instrumentos que no sabemos cómo funcionan

El segundo error, y otro de los que más se repiten, es el de invertir nuestros ahorros en lugares donde no hicimos un estudio previo y que requieren conocimientos, estudios y mucho tiempo de dedicación para no salir perdiendo. Hay gente que cree que comprar acciones es algo sencillo y que van a ganar dinero rápidamente. ¡Error! Invertir en la bolsa es muy difícil, hay gente que estudia años para invertir allí; el desconocimiento aumenta el riesgo y, por tanto, las posibilidades de perder.

Antes de invertir debemos conocer a fondo el producto que nos interesa, sus características y el riesgo que asumimos.

Los plazos fijos y el dólar como salvación

Apenas vemos que subió la inflación o que se especula en los medios con una posible suba del dólar, vamos corriendo a comprar la moneda estadounidense. Pensamos que esa va a ser nuestra salvación y no pensamos en otros recursos para salvar nuestros ahorros.

Muchas veces preferimos, para no perder tiempo y porque no queremos buscar otras opciones, ponemos lo que ahorramos en el mes, en un plazo fijo. Es uno de los instrumentos más sencillos a la hora de invertir pero, también es el que menos ganancias da y que incluso pierde frente a la inflación.

Es un error común poner todos nuestros ahorros en los mencionados plazos fijos, lo cual puede ser un riesgo si se dispara el dólar y se devalúa el peso de manera alarmante. Nuestros ahorros perderían todo su valor en poco tiempo y nos quedaríamos “con las manos vacías” ya que es una inversión que en esta situación en el largo plazo no se recupera.

No sé para qué invierto, pero lo hago igual

Leemos, escuchamos o nos dijeron que hay que invertir, y lo hacemos, sin saber cómo, para qué o hasta cuándo. A veces nos dejamos llevar por lo que nos dicen y después terminamos arrepintiéndonos porque no tomamos las precauciones necesarias, no nos informamos bien y actuamos a las apuradas. Incluso invertimos en un instrumento a corto plazo y después vemos que los dividendos no eran los esperados. O, por el contrario, buscamos algo a largo plazo y después nos arrepentimos y ya no podemos volver atrás.

La impaciencia es mala consejera

En línea con el primer error, también entra en juego el no saber esperar y ser paciente. Si algo requieren las inversiones para dar resultados es tiempo. Muchos productos que ofrecen buenos rendimientos tienen plazos de varios años.

Por eso, cuando estés armando tu capital, hay que tener en cuenta que no podrás disponer de ese dinero por un tiempo. Fundamental: necesitas paciencia y constancia para poder invertir.

Cómo evitar todos estos errores

La solución es más simple de lo que muchos piensan. La respuesta está en el campo y en la inversión ganadera. Antes era algo reservado a unas pocas personas y requería invertir grandes sumas de dinero. Esto llegó a su fin con BitCow, el primer token digital respaldado por un activo real productivo.

BitCow funciona como una herramienta de inversión para quienes piensan a largo plazo, no quieren perder frente a la inflación, y esperan obtener una renta para su retiro. ¿Cómo funciona? Es muy sencillo, el usuario carga dinero en su billetera digital y compra los BitCows que quiera. Cada BitCow está respaldado en la realidad por el equivalente a 1 vaca preñada.

El monto mínimo de inversión es de AR$10.000 actualmente, y equivale al 10% de un BitCow, y un BitCow cuesta AR$100.000. Ingresá ahora a nuestra plataforma, registrate y comenzá a invertir en BitCow vos también.

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